Enfundada en un traje negro, se abrió paso en el auditorio repleto, secundada por su esposo, el gobernador, José Alperovich. Luego de que un locutor leyera las actas de las elecciones de diciembre en las que participó una lista (sólo hubo internas en Famaillá) y de que asumieran las autoridades partidarias, Beatriz Rojkés se paró frente a los dirigentes de la primera línea del Partido Justicialista (PJ) y les pidió bajar el tono a las internas. Ese fue el eje del discurso que pronunció ayer la senadora nacional al asumir su segundo mandato consecutivo como presidenta de la fuerza en la sede de Rivadavia 157.
Particularmente, hizo referencia al episodio policial y al duro cruce mediático que protagonizaron durante los últimos días el diputado Gerónimo Vargas Aignasse y el legislador, Armando Cortalezzi. Vargas Aignasse había acusado a colaboradores de Cortalezzi y del candidato a legislador, Guillermo Gassenbauer, de balear la casa de uno de sus dirigentes barriales.
"Las elecciones pasan"
En las primeras líneas del discurso de Rojkés evocó la historia del partido justicialista y recordó que, tras las elecciones internas de 2007, abrieron las puertas a los dirigentes históricos del movimiento local. En la introducción también resaltó el nuevo edificio y destacó las gestiones de gobierno local y nacional.
Luego, dedicó el resto de sus palabras a la interna. "Estamos próximos a tener elecciones en la provincia y estamos asumiendo un nuevo compromiso. Que nadie se confunda, esto implica aún más trabajo. Tenemos que tener en claro que los únicos que podemos ensombrecer esto somos nosotros mismos", advirtió.
Incómodos, algunos dirigentes se limitaron a mirar para otro lado. Mientras, otros, asentían con la cabeza. El que arengó a los demás y al público a aplaudir el llamado de atención de Rojkés fue el presidente del bloque "Tucumán Crece", Roque Tobías Alvarez. Tras la ovación, la presidenta continuó: "hay mucha ebullición, mucho movimiento en toda la provincia para poder conseguir los votos. Les pido que nos acordemos de que las elecciones pasan, pero las heridas quedan. No quisiera leer otra crónica con situaciones de enfrentamientos entre compañeros. Nosotros mismos podemos llegar a ser nuestros peores enemigos".
La senadora consideró que Tucumán está en condiciones de vivir una elección "ejemplar" y remarcó que es clave evitar que "hechos como este" la enturbien. Por último, quiso "tranquilizar" a los presentes y resaltó: "recuerden que quien quedó afuera de la contienda nunca fue desprotegido por el Gobierno".